Branding, esta bonita y sonora palabra muchas veces se usa tanto en el mundo del diseño que verdaderamente uno ya no tiene claro qué abarca realmente. Hay gente que lo ciñe a hacer logos y se queda tan a gusto diciendo que hace branding, aunque en verdad no está mintiendo, sólo dice medias verdades.
En este post no queremos profundizar muchísimo en todas las áreas del branding, ni contar el inicio de los tiempos de esta disciplina, aquí vamos a explicaros en pocas palabras la parte en la que nosotros, y la mayoría de los diseñadores, entramos a trabajar. Es la parte conocida como branding identity o identidad de una marca. Cuando hacemos branding lo que en concreto hacemos es el desarrollo de una marca alineada con la identidad, la historia y la filosofía de una empresa, persona o proyecto, y, por supuesto, va más allá de dibujar un logo. Además de eso, generalmente, se trabajan todos los elementos que le dan soporte y que la acompañan ayudándola a ser identificada y a que la gente se identifique con ella.
Partimos del hecho de que el branding debería trabajarse en cada fase y área de la empresa o proyecto y no sólo por los diseñadores. En un escenario perfecto debería hacer su aparición muy al principio el branding estratégico, que se encarga, entre otras cosas, de hacer los análisis de mercado y de cliente objetivo para poder definir de forma muy concreta la identidad de la empresa o proyecto. Puedes ver un ejemplo en este post post en el que explicamos cómo era el antes y el después de un centro de podología en el cuál efectuamos un cambio de todo el branding adaptándolo a las nuevas necesidades del cliente.
La empresa, persona o proyecto debe pensar en cómo puede ayudar a su cliente o usuario y cómo le genera valor. Debe hacerse preguntas como: ¿quién es su usuario? ¿qué edad tiene? ¿cuáles son sus hobbies? Y debe crear un mapa de posibles usuarios o clientes tipo (User personas). Para ello, además, debe entrevistar a gente y conseguir la mayor cantidad de información, que le permita llegar a una descripción muy concreta. Una vez se tiene claro el usuario o cliente objetivo ya se puede plantear cómo quiere que se le perciba y qué personalidad debe adquirir para conseguirlo. Teniendo todo esto definido se habrá conseguido una base muy fuerte para la construcción posterior de la marca. Es mucho más fácil trabajar en el desarrollo de una identidad cuando todos estos pasos se han llevado a cabo, ya que nos permite ir más directos hacia las necesidades del proyecto sin despistarnos en supuestos.
El nombre es otra de las partes importantes de un proyecto a la hora de transmitir la identidad. Antes de empezar a pensar en él se deben tener en cuenta varias características que debe tener: Debe ser corto, fácil de leer, de pronunciar y recordar, coherente, que transmita una historia, diferente, único, atemporal y adaptable, evocador y sugerente, y registrable en su lado legal. Debe ser descriptivo y que comunique bien lo que representa y reflejar la personalidad que debe mostrar al público al que va dirigido.
La mayoría de proyectos de branding en los que trabajamos requieren del desarrollo de un logo, de una cantidad de elementos corporativos gráficos físicos y digitales y de un manual de identidad corporativa. Aunque no siempre es así. A veces el logo viene ya dado o no necesitan material corporativo. Cuando se empieza un proyecto, se plantean las necesidades y especificaciones en el Brief, donde además se hablará sobre la personalidad de la marca y cuál la estrategia que debe seguir.
Después de estudiar el Brief, empieza el trabajo creativo, generalmente, por el logo, que será la representación visual del nombre, o lo que es lo mismo, la firma del proyecto. Existen dos tipos de elementos en un logo, por un lado el icono y por el otro el nombre y de estos derivan 4 tipos de logos: Isotipo - cuando sólo se compone de un icono y es reconocido sin el texto. Logotipo - cuando sólo se compone de texto .Imagotipo - combinación de una imagen (icono) más texto y ambos también pueden funcionar por separado. Isologo - cuando el texto y el icono se encuentran fusionados, ambos no pueden trabajar de manera separada.
¿Qué es branding?🤔Es muy importante que los logos puedan ser versátiles y puedan seguir cumpliendo su función en cualquiera de los diferentes soportes digitales. Por esta razón deben generarse siempre las diferentes fases de adaptación del logo (se aconsejan de dos a tres fases) para los diferentes formatos de pantalla.
El siguiente paso es pensar en el desarrollo de los elementos de comunicación de los que hemos hablado anteriormente y que ya hemos dicho que ayudan al usuario a fortalecer la relación con la marca y a identificarla en cada momento. Los que comúnmente se suelen trabajar en casi todos los proyectos son tarjetas de presentación, material de papelería, guidelines para el diseño de una web o packagings, entre otros. Es importante y conveniente en este punto desarrollar el Manual de Identidad Corporativa, que servirá como libro de reglas y normas esenciales para mantener la continuidad y uniformidad de la marca independientemente de sus aplicaciones. En él deben aparecer, entre otras cosas, todas sus versiones de color, el mínimo tamaño, especificaciones tipográficas y la definición de los posibles recursos visuales que la acompañan, además de otros puntos que se consideren importantes y que deban estar claros ante cualquier posible uso del conjunto de la marca.Como se ha visto, la concepción de un branding consecuente con los objetivos propuestos dará soporte a nuestra empresa o proyecto y lo identificará respecto del resto, creando diferenciación y homogenizando su identidad. Va a ayudar a los consumidores a que puedan encontrar y diferenciar la marca respecto del resto, aportándole, además, valor.
